Reconozcámoslo: todos queremos tener el mejor aspecto posible en la muerte. Queremos que nuestro pelo esté perfecto y un afeitado limpio. Pero, ¿cómo conseguirlo cuando ya no estás vivo? En Asia se utiliza a menudo la tatoestética o maquillaje de los muertos. Esta técnica se utiliza en China, Japón, Tíbet y Corea, entre otros lugares de Asia. Consiste en maquillar todas las partes del cuerpo, incluida la cara y las uñas, antes de introducirse con ropa limpia en un ataúd para un servicio funerario a cajón abierto.

La técnica es originaria de Asia

La tatanoestética es utilizada por las personas que han perdido recientemente a sus seres queridos como expresión de dolor a través de la pintura facial. También es una forma de recordar a sus familiares después de su muerte.

Se cree que se originó en China, donde era una práctica común utilizar la habilidad de un artista para mejorar el aspecto de los seres queridos fallecidos antes de su entierro o cremación. La tradición se extendió por la mayoría de los países asiáticos, como Japón (donde se conoció como kamuoyake), Tailandia (sirikit), Vietnam (van thu), Corea (gwangyeh) y Filipinas (makulay).

La tatanoestética, o el maquillaje de los muertos, se utiliza en Asia. Esta forma de arte se asocia comúnmente con la nación insular de Papúa Nueva Guinea. Es una combinación de dos palabras: «tatau» y «aesthetics». La primera se refiere al tatuaje; la segunda, a la belleza o el maquillaje.

Qué es la tatanoestética

La tatanoestética es el arte de maquillar a los muertos. Aunque pueda parecer morboso, en realidad es una parte muy importante de la cultura asiática. En Asia, la tatanoestética se utiliza para asegurarse de que los difuntos tengan el mejor aspecto para su último viaje al más allá. Los familiares que preparan los cuerpos de sus seres queridos emplean cuidadosas técnicas de aplicación para que parezcan frescos y despiertos; esto hará que se sientan más vivos mientras están en sus ataúdes antes de ser enterrados o incinerados, y también hará que estén más guapos cuando se vean al otro lado.

Como puede imaginarse, estas técnicas de maquillaje requieren cierto tiempo para dominarlas, y aun así siempre salen nuevos estilos y productos. Pero si quieres que el arte corporal de tus seres queridos esté bien hecho (¿y quién no?), echa un vistazo a estos consejos de un experto maquillador de Kuala Lumpur:

El maquillaje se aplica en todo el cuerpo

Una vez aplicado el maquillaje en todo el cuerpo, se pinta con un polvo especial. Esto se hace en un orden que empieza en la cabeza y termina en los pies, y se da una palmadita en cada zona. Primero se aplica el polvo para la cara (no la base de maquillaje), luego las cejas y los párpados; a continuación, la nariz, las orejas y el cuello; luego las manos y los pies; por último, los brazos y las piernas. Lo más importante es recordar que no quieres que ninguno de los miembros de tu familia parezca tener manchas en la cara o en los brazos cuando sus seres queridos lleguen para verlos.

Proceso de maquillaje de un muerto o difunto

No te puedes imaginar lo caro que es hacer que una persona parezca viva. El proceso incluye un polvo esponjoso llamado Geisha White, que se utiliza para cubrir todo el cuerpo del fallecido.

El maquillador pinta primero la cara, luego pasa a los brazos, las piernas y el torso antes de trabajar finalmente en las uñas con el mismo método que una manicura normal.

Incluye un polvo esponjoso llamado Geisha White

  • Polvo blanco de geisha: Es un polvo esponjoso que se utiliza para resaltar el rostro. Puede aplicarse ligeramente en la frente, las mejillas, la nariz y la barbilla.
  • Polvo iluminador: Este polvo se utiliza para dar a la piel un aspecto más luminoso y ligero, disminuyendo las rojeces de esas zonas.

Geisha White fue inventado por Kose Cosmetics Co., Ltd., un fabricante de cosméticos japonés especializado en maquillaje para geishas y otros artistas de artes escénicas tradicionales como los actores de kabuki.

La cara de la difunta se maquilla primero

Primero se maquilla el rostro de la fallecida. En primer lugar, se aplica la base de maquillaje en la cara. Se difumina uniformemente y se fija con polvos.

Luego el resto del cuerpo

El resto del cuerpo se compone de la misma manera que la cara. El proceso completo dura de dos a tres horas. Es como un maquillaje normal, pero hay que hacerlo con más delicadeza. El objetivo es dar la impresión de que la persona está durmiendo.

A continuación, se pintan las uñas con el mismo método que una manicura normal

A continuación se pintan las uñas siguiendo el mismo método que en una manicura normal. Las uñas se pintan de una en una, en orden desde el pulgar hasta el meñique. Primero se aplica la capa de base y luego una capa de esmalte negro encima. Este proceso continúa hasta que se alcanza el patrón o el color deseado.

Por último, se cambia la ropa antes de meter a la persona en un ataúd

Por último, se cambia la ropa antes de colocar a la persona en un ataúd. El difunto se viste con sus mejores galas. Esta práctica se ha seguido durante siglos y continúa hasta hoy, reflejando la creencia de que la ropa de una persona refleja su riqueza y estatus social, así como sus creencias religiosas y su sexo.