Elegir ser enterrado o incinerado puede ser una de las decisiones más difíciles de nuestra vida, y no es para menos, para muchos clientes de Funeraria Aragón, son varios los factores que influyen en dicha elección, desde el coste por el servicio solicitado, las preferencias familiares e incluso la religión.
Por todo ello, ofrecemos un servicio de asesoramiento personalizado adaptado a las necesidades de cada cliente.
¿Qué elegir y por qué?
Antes de dar esta respuesta será necesario conocer un poco de cada proceso:
Este método se ha convertido en uno de los más populares en los últimos años y una de las razones es su precio, este es mínimo si lo comparamos con los servicios funerarios básicos, y la razón es que durante este proceso algunos “instrumentos” del entierro no son utilizados.
Este proceso es similar al que estamos acostumbrados, la familia puede realizar los actos fúnebres, ya sean rezos y demás. Antes de llevar a cabo la cremación deben transcurrir al menos 48 horas. Una vez se inicie el proceso, el ataúd será colocado en una cámara de cremación donde posteriormente será sometido a temperaturas que varían entre 1,300 y 1,700 grados Fahrenheit, esto puede tardar 1 o 3 horas; tiempo que dependerá del peso del cuerpo.
Luego de la cremación se pueden colocar las cenizas en un jardín cementerio, mantenerlas en el hogar, en un mausoleo, o incluso esparcirlas en algún lugar, de hecho esta última opción suele ser la más elegida.
- Entierro
Un funeral o entierro tradicional, requiere de muchos servicios y permisos; por ello es uno de los más costosos.
Para llevar a cabo un funeral el cuerpo debe ser lavado, desinfectado y preparado. También puede ser necesario un embalsamiento o enfriamiento del cuerpo, en caso de querer estar más tiempo con el familiar, claro que dicho proceso no es obligatorio, a menos que el tiempo estipulado por el gobierno sea superado.
Si elige un funeral, el cuerpo deberá ser vestido y maquillado, y esto forma parte de otros gastos, lo mismo ocurre si se desea arreglar un sitio especial para llevar a cabo los rezos correspondientes y/o el diseño de coronas (estas suelen ser obsequiadas por las personas más allegadas al fallecido).
El transporte es un factor importante, ya que su precio depende de la distancia recorrida. Una vez preparado el cuerpo, este deberá ser enviado en el ataúd hasta el lugar donde se llevará a cabo el entierro, ya sea un terreno familiar o no, pero si se elige un cementerio de la zona, será necesario buscar “los permisos” que otorga la municipalidad.
¿Cuál elegir?
La cremación tiene todas las de ganar, es un proceso tan simple cómo práctico, es más económico, no necesita de tantos servicios fúnebres, y dichos servicios se pueden programar para que al momento de despedir al familiar logren estar todos reunidos.
Sin embargo muchos prefieren el funeral o entierro ya que este les permite a los familiares sentirse “más cerca” de la persona, y pueden elegir una lápida donde se indiquen algunos datos del fallecido para identificar el lugar una vez que se decida visitarlo. Algunos incluso afirman construir una pequeña, pero significativa estructura alrededor del lugar para rendir honor al fallecido. Claro que al hacer esto, los costes incrementan.
Pero, ¿Cuál elegir? Un proceso evita grandes gastos de dinero y el otro permite a los familiares un momento más “íntimo”. La decisión está en tus manos.