La incineración es un método que se está utilizando cada vez más por muchas personas hoy en día, por muchas razones como pueden ser el ahorro de dinero, la facilidad de transporte de las cenizas, el no pagar ningunos gastos extras después de la incineración, etc. Aunque hay muchas personas que se lo plantean, surgen muchas dudas antes de hacerlo por el desconocimiento del proceso de incineración que se lleva a cabo en los crematorios profesionales, por lo que te explicaremos qué proceso seguimos en nuestro horno crematorio de nuestra funeraria en Zaragoza.

Un poco de historia

Mucha gente piensa que las cremaciones son más populares hoy en día, pero desde hace ya mucho tiempo se ha practicado en diferentes civilizaciones, sobre todo en civilizaciones con una fuerte creencia religiosa y con costumbres sociales de incinerar a sus muertos, ya que grandes pueblos como los griegos que creían que la cremación ayudaba a purificar el alma de los difuntos y la incineración de su cuerpo, acelera el proceso de liberación para llegar más rápido a su destino. De hecho, la misma palabra crematorio viene del latín quemar.

Cuando las religiones y diferentes dogmas empezaron a estar presente en la vida de la gente, los entierros fueron la forma más tradicional de despedir a nuestros muertos, pero con el tiempo hasta la misma iglesia católica ha aprobado la cremación o incineración, aunque los altos cargos de la iglesia católica aconsejan enterrar las cenizas, por lo que no se podrían esparcir o dividir, como normalmente se suele hacer.

En España la cremación existe hace bastante tiempo también, pero podremos decir que hasta 1980 no llegaron los hornos crematorios que conocemos hoy en día, empezando a ser la opción más elegida por los españoles ha día de hoy y se calcula que seguirá subiendo, hasta llegar a más de 85% de cremaciones en hornos crematorios, frente a los entierros.

¿Qué se hace antes de incinerar un cuerpo?

En primer lugar necesitamos verificar el cuerpo y que todos los datos que se dispone en las fichas de difusión y los formularios que tienen las funerarias estén correctos, como pueden ser: datos del fallecido, información del féretro o especificaciones variadas de la familia.

Después de ello el cuerpo reside en una sala velatoria o en una sala frigorífica, en los que se encuentra el cuerpo vestido, maquillado y adornado con las flores elegidas o donadas por los familiares y seres queridos, para darle la última despedida.

Finalmente llega el proceso de cremación, en los que se divide en varios pasos. También podéis ver cómo funciona un horno crematorio, si queréis saber el funcionamiento del horno crematorio. Los procesos de cremación podemos dividirlos en:

  • Cuando todo esté preparado, el ataúd pasa a una habitación colocado en una camilla especial, en donde se encuentra el horno crematorio ya preparado, todo el proceso se puede ver a través de una pantalla.
  • Después, una máquina elevadora de ataúdes lo introduce dentro del horno, retirando la camilla y cerrando también la puerta del horno.
  • El horno puede alcanzar temperaturas de más de 850ºC para que todas las sustancias orgánicas se desintegran, aunque pueden quedar restos óseos más duros o prótesis, al igual que cualquier objeto no orgánico que tuviese dentro de su organismo el difunto, pero estos se vuelven a procesar después.
  • Después de dos horas, el procedimiento es enfriar las cenizas en un cazo industrial durante unos 40 minutos.
  • Tras enfriar las cenizas, éstas se colocan en un segundo cazo donde se procede a machacar las cenizas con una bolsa de metal durante unos 15 min, que ayuda a homogeneizar y dejar fina las cenizas, dejando uniforme cualquier resto poco uniforme. Este proceso se conoce como cremulación de cenizas.
  • Finalmente, se ponen las cenizas en una urna previamente elegida por los familiares y seres queridos del fallecido. La urna de debe entregar cerrada previamente y con el nombre del difunto como establece la ley española.
  • Ya finalizado todo el proceso de cremación, se le da a los familiares un certificado de cremación emitido por la funeraria, la cual se debe conservar si los familiares deciden tener la urna en su posesión, para certificar que las cenizas de la urna son de un familiar. Esta entrega puede tardar como mucho un mes hasta que se emitan los certificados correspondientes de la cremación y se hayan firmado todos los papeles necesarios para la entrega.

Ventajas de elegir el proceso de cremación

Como puedes ver, el proceso de cremación en los hornos crematorios es relativamente sencillo, además de que todo el proceso se lleva a cabo con minuciosa delicadeza y dedicación como merecen asuntos como estos.

En nuestros hornos crematorios de Zaragoza trabajamos para que este proceso sea lo más fácil y rápido posible para que no tengas que preocuparte de nada.
Muchos de nuestros clientes deciden cremar a sus fallecidos por las muchas ventajas que les ofrece este proceso, ya que además de menores gastos podemos encontrar otras muchas ventajas, como pueden ser:

  • La rapidez y eficacia con la que los hornos crematorios de hoy en día realizan el proceso de cremación te hace además de ahorrar dinero, hacerle el un tiempo más rápido. Los nuevos hornos crematorios cuentan con la última tecnología.
  • La facilidad con la que podemos trasladar las cenizas de un sitio a otro, hace que nos permita poder mudarnos o movernos cuando lo necesitemos sin estar atados a un sitio para poder visitar a nuestros seres queridos ya fallecidos.
  • El procedimiento permite un almacenamiento más personalizado que un entierro tradicional, como puede ser poner los restos de nuestro ser querido dentro de una joya o un colgante, ayudando a llevarlos siempre con nosotros, incluso hay muchos procedimientos hoy en día que ayudan a convertir las cenizas en una joya como si fuese un diamante, la que podemos convertir en un anillo o cualquier tipo de joya. También hay muchas personas que deciden esparcir las cenizas en un lugar importante para ellos, como las recientes propuestas de plantar un árbol con las cenizas de nuestros fallecidos.
  • Finalmente, nos evitamos los gastos de mantenimiento de las tumbas y todos los procesos que se deben seguir para poder enterrar a alguien, haciéndolo como hemos comentado antes, además de fácil, más barato.
  • La tecnología de los hornos crematorios ha hecho que además de eficiente, sea ecológico ya que la regulación de las leyes de emisión de CO2 hace que los humos residuales sean tratados y que salgan totalmente tratados para proteger el medio ambiente.

En conclusión, la cremación de nuestros fallecidos se ha convertido en una de las mejores opciones para poder despedir a los nuestros. Por su facilidad y por las demás ventajas mencionadas están aumentando cada vez más los partidarios de éste proceso.